Cuando se está esperando un hermanito o una hermanita, a menudo sucede que el niño mayor es todavía pequeño y necesita ser contenido, mimado y mantenido en estrecho contacto. En particular, no es infrecuente que los futuros hermanos o hermanas mayores manifiesten una mayor necesidad de contacto de la madre, como respuesta inconsciente a su embarazo. El babywearing puede ser una respuesta válida a esta necesidad de nuestros pequeños, conciliado con la exigencia de autonomía de nosotras madres. El porteo durante un embarazo fisiológico no tiene contraindicaciones, pero es importante no sobrecargarse y escuchar siempre a su cuerpo con cuidado.
Primer trimestre
En el primer trimestre, cuando el vientre aún no es particularmente visible, en general, es posible seguir llevando en fular y mochila como de costumbre. Como siempre es bueno respetar las señales que nos envía nuestro cuerpo: si te sientes muy cansada o fatigada o sufres de fuertes nauseas, opta por la mejor solución para ti y tu bebé, Por ejemplo, transportarlo por períodos más cortos o usar un cochecito de bebé y cubrir la necesidad de contacto con quizás mimos adicionales en el sofá.
Segundo trimestre
En el segundo trimestre, sin embargo, el vientre se vuelve más notable, pero por lo general no es tan grande como para ser demasiado incómodo para practicar el porteo de niños. Además, en este período es frecuente que las mujeres embarazadas recuperen las energías y se sientan mejor; obviamente la regla es siempre la de escucharse y encontrar una solución personalizada para cada una. Portear delante no está prohibido, pero puede resultar un poco difícil y, para algunas, incluso molesto, debido a la compresión en el vientre. Por estas razones, se tiende a preferir posiciones en la cadera y la espalda. En cuanto a la elección de los portabebés en el embarazo, la mejor opción debería recaer sobre los que permiten no tener constricción en la cintura.
¿Qué portabebés elegir para el embarazo? Aquí están las mejores soluciones para portear a tu bebé incluso cuando la barriga comienza a aparecer.
Fular larga tejido: el fular tejido te permite llevar sobre la espalda al futuro hermano mayor, ideales son aquellos nudos que no van a descargar el peso sobre el vientre. El nudo para el fular de porteo "Doble hamaca en la espalda" (también conocida como DH) es perfecto para este propósito: descubre cómo hacerlo gracias a nuestro videotutorial.
Bandolera de anillas: Esta bandolera es muy cómoda para llevar incluso durante el embarazo, lo que permite portear al niño de lado. Sin embargo, la recomendamos hasta que la barriga se vuelva demasiado voluminosa, ya que sería poco cómoda.
Mochila Regolo: Nuestra mochila portabebés Regolo, gracias a su doble enganche en la que fijar las correas de los hombros, permite crear un ajuste perfecto para llevar durante el embarazo sin apretar la barriga, lo cual es imposible con la mayoría de los portabebés. Durante el embarazo, recomendamos llevar la mochila Regolo en la espalda, enganchando los tirantes a las hebillas colocadas en la parte inferior del panel y dejando el cinturón suelto. De esta manera, el peso del niño se descargará principalmente en los hombros en lugar de en la cintura. En este breve vídeo descubrirás cómo llevar la mochila portabebés Regolo para obtener el máximo confort incluso durante el embarazo:
Tercer trimestre
Durante el último trimestre, tu barriga es más voluminosa, y tu cuerpo notará más el esfuerzo y la fatiga de la pelvis y la espalda. Presta la máxima atención a las señales que te envía. Además, tu cuerpo produce relaxina, una hormona que ayuda a prepararse para el parto relajando los ligamentos y los músculos. Por lo tanto, es muy importante tener cuidado de no cansarse demasiado, independientemente de si está llevando a su bebé en fular/mochila o no.
En cada etapa del embarazo, lo importante es tomar las cosas con calma, recordando que te sentirás muy diferente de un día para otro. Lo último que necesitas es hacerte daño tratando de hacer demasiado, si sientes dolor o incomodidad detente y no intentes exagerar.
Respeta las necesidades de tu cuerpo y si tienes que tomarte un descanso del porteo, hazlo con mucha serenidad: pronto volverás a portear a tu pequeño y a estar juntos en un abrazo.